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Histeria colectiva

cambiando de gris a azul

Ha sido uno de esos días en los que siento "esta es una reivindicación". De muchas cosas: la juventud, las nauseas, la certeza de que podemos hacer lo que sea, dónde sea, cómo sea, de que somos grandes, con súper poderes, esos sueños adolescentes de serlo todo y serlo nada. Cinco botellas de vino, vacías - el estómago revuelto, pero el corazón contento.

La pasé muy bien y estoy muy alegre. Es simple y primitivo pero es real. C.J. y yo vimos televisión hasta que nos sangraron los ojos, y tomamos una copa, y otra, y otra. Ahora está enfermo pero no es nada grave, siempre lo enferma el alcohol y siempre me ordena que para la próxima no lo deje tomar ni siquiera un sorbo. Palabrería.

Ocurrió algo que me hizo retroceder a la secundaria, fue tan tonto el episodio. Estábamos bromeando con un amigo suyo quien supuestamente estaba buscando una dama de compañía, no queríamos insultar, tan solo - jugábamos, el tipo se ha ofendido y toda su rabia la ha descargado en mi, diciéndome cosas como que soy tan fea que nadie va a follar conmigo, qué sé yo.

"A palabras necias oídos sordos". La verdad que no me importa lo que una persona como él piense de mi apariencia, quiénes me aman, me aman, la belleza está en todas partes, y si en sus ojos yo carezco de ella, no hay nada que hacer al respecto. Es increíble la forma en la que los seres humanos reaccionamos. Incluso el mismo ser (yo) en etapas diferentes de la vida.

Ese comentario hace años me hubiera llevado derechito a una clínica del sueño. Pero ahora, es un hecho aislado, curioso pero aislado. Me duele esos sí, que existen y existirán tantas niñas a quienes los patanes de las escuelas les dirán esas cosas, me duele también que aunque las niñas cambien, los patanes sí se quedan como patanes de por vida, y eso no se arregla con ejercicio, cirugía plástica, ni maquillaje.

Anna O.

1 comentario

Marian -

Lo que no entiendo es qué hacías con un tipo tan impresentable. Además, a mí siempre me has parecido bonita, por muchos quilos de más o de menos. Y, que yo sepa, la belleza no tiene peso.